Aunque actualmente hay una gran variedad de maquinaria para hacer vino, hay elementos que son indispensables para la producción de un buen caldo, como son las barricas de madera, donde se produce lo que se conoce como crianza oxidativa del vino.

El proceso de producción de un buen vino puede llegar a ser bastante largo y debe pasar por diferentes fases, todas ellas de gran importancia para proporcionar la máxima calidad a una bebida tan consumida como esta, sobre todo los vinos tintos. Una de esas etapas es la crianza oxidativa, pero… ¿sabemos lo que es?

La importancia de la crianza oxidativa del vino

Este proceso se lleva a cabo en barricas de madera, en las que pequeñas proporciones de oxígeno entran en su interior, haciendo que la estructura química del vino cambie. La madera de las barricas proporciona sus atributos y taninos al vino. Por esa razón este proceso debe hacerse con gran exactitud, teniendo los tiempos adecuados para que el vino adopte las mejores cualidades.

Las barricas más usadas son las de roble americano o francés, las cuales van oxigenando lentamente el vino para proporcionarle esos aspectos tan importantes del vino. Pero tampoco hay que olvidarse de lo que se conoce como crianza reductora, que se lleva a cabo dentro de la botella.

En este proceso, los diferentes elementos del vino reaccionan entre sí, algo muy importante que se hace prácticamente sin presencia de oxígeno, solo aquel que pasa a través de los poros del corcho, pero que es indispensable en la obtención de un vino de calidad.

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